El Covid 19 es un virus relativamente nuevo y todavía estamos aprendiendo sobre sus efectos a largo plazo, por lo que se trata de un gran reto para quienes recibimos a diario las consultas de quienes han padecido esta infección.
Debemos comprender que es una patología cuya mortalidad e impacto no solamente dependen de la biología del virus sino que está claramente ligada a la enfermedad pulmonar (neumonía y complicaciones asociadas) que este mismo ocasiona. Sin embargo sus manifestaciones extra pulmonares (neurológicas, cardíacas, renales, hepáticas, dermatológicas, endócrinas, gastrointestinales y trombóticas) tienen también un gran impacto en el pronóstico del curso agudo y en las complicaciones tardías que debemos pesquisar y seguir de cerca.
Se define como Covid-19 postagudo, aquel cuyas manifestaciones se extienden más allá de las tres semanas desde el inicio de los primeros síntomas y Covid-19 crónico, el que se extiende más allá de las 12 semanas. Aproximadamente el 10% de las personas experimentan una enfermedad prolongada, lo que llamamos: “SINDROME POST COVID” Los síntomas descriptos por estos pacientes pueden deberse a la enfermedad en sí , a las consecuencias del ingreso hospitalario o a los tratamientos y/o a la inmovilidad prolongada. Los más frecuentes son tos, disnea (falta de aire), fatiga – astenia (cansancio), dolores articulares, dolores musculares, pérdida de peso y problemas psicológicos y neurológicos entre otros.
Los pacientes que atravesaron cuadros complejos (se calcula que son un 20% del total) deben recibir seguimiento a corto, mediano y eventualmente a largo plazo en busca de secuelas asociadas Incluimos también en este grupo a todos los pacientes de alto riesgo convalecientes y /o recuperados de la fase aguda de la infección (diabéticos, mayores a 65 años, portadores de EPOC o enfermedades previas respiratorias y cardiovasculares, trasplantados y otros factores asociados a mayor mortalidad).
Dentro de este seguimiento y control también debe incluirse a quienes experimentan enfermedad prolongada luego de la infección inicial y a quienes no tuvieron control médico presencial ni objetivo durante el aislamiento.
Su médico de cabecera le solicitara los estudios pertinentes en función de los antecedentes personales, el curso del COVID, las secuelas sospechadas y la evaluación clínica.
Dentro de los estudios frecuentemente aplicados para tal fin se destacan el laboratorio, los estudios para la evaluación cardiovascular (muy importante en pacientes con antecedentes cardiovasculares y deportistas antes de volver a entrenar), test de función pulmonar y evaluación neurológica en caso de cursar síntomas compatibles en el Síndrome Post Covid
No dude en consultar a su médico de cabecera para el adecuado asesoramiento y control
Dra Giselle Livio
Especialista en Medicina Interna