La vitamina D es una vitamina liposoluble que tiene un importante rol en la homeostasis del calcio y en el metabolismo óseo, pero también interviene en otras funciones regulatorias extra esqueléticas. La principal fuente de vitamina D es la exposición solar entre las 10 y las 15 horas en primavera, verano y otoño. Por encima de la latitud 33°, la síntesis de vitamina D en invierno es muy pequeña o nula. Si bien se estima que la exposición durante 5-15 min/día en cara y brazos es capaz de mantener unos depósitos adecuados en la población más joven, la capacidad de síntesis cutánea en una persona de 70 años es un 75% inferior. Otras causas de déficit de vitamina D son la obesidad, los síndromes de malabsorción intestinal, los tratamientos de cirugía bariátrica y los pacientes con síndrome nefrótico. También tienen déficit los pacientes en tratamiento con anticonvulsivantes y antirretrovirales, los pacientes con enfermedades crónicas granulomatosas y los que presentan hiperparatiroidismo. Diversas sociedades científicas establecen distintas concentraciones para hablar de deficiencia, insuficiencia o valores óptimos de vitamina D, pero la mayoría coincide en que valores por debajo de 10- 12 ng/ml reflejan deficiencia severa y se asocian con un mayor riesgo de raquitismo, osteomalacia o dolor difuso. Probablemente, para la población general (mayores de 18 años) son suficientes concentraciones superiores a 20 ng/ml, y en pacientes con patología del metabolismo óseo, trastornos digestivos, renales u otros, serán óptimas las concentraciones superiores a 30 ng/ml. Hoy por hoy no hay evidencia que demuestre los beneficios del cribado del déficit de vitamina D en la población general. Haría falta demostrar factibilidad, costo-efectividad y beneficios en términos de salud. En ausencia de esta evidencia no se recomienda el cribado en sujetos que no presenten riesgo. Se recomienda la determinación solo en sujetos con síntomas (debilidad, dolor muscular, dolor óseo generalizado) o signos de deficiencia o pacientes con riesgo de padecerla y en los cuales se espera una rápida respuesta tras la optimización de la concentración de vitamina D.
Verónica Sette – Endocrinóloga